Joven activista peruana de Peekskill quiere contribuir con el cambio y pide que se modifiquen las leyes de armas
Sala de Redacción/Westchester Hispano
Angeline Carlos Cáceres, acaba de terminar el onceavo grado de la preparatoria en Peekskill High School, y ya es una líder comunitaria, con gran sensibilidad por los problemas que aquejan a la sociedad, entre ellos el uso desmedido de las armas de fuego en el país, que se ha convertido en un flagelo.
Por esa razón la joven de origen peruano decidió convocar a sus compañeros de escuela y miembros de la comunidad a una marcha de protesta para pedir que termine la violencia con armas de fuego en los Estados Unidos.
“Pienso que hay más armas en Estados Unidos que personas, pero eso es algo loco de tener tantas armas. No tiene sentido. Hay personas que dicen que necesitan armas para la seguridad de la escuela, pero eso no soluciona porque lo primero que deben hacer es cambiar las leyes de las armas”, dijo la estudiante de 16 años que en septiembre comienza su último año escolar.
Angeline comenzó a sentir la necesidad de manifestarse para mejorar la vida de la gente, cuando tenía 10 años. Cursaba el quinto grado de estudios cuando notó las continuas noticias de muertes de niños.
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“Me pone muy triste que mueran tantos niños. Cómo es posible que van en la mañana a la escuela y luego nunca más vuelven a sus casas”, dijo.
Su primer acto público fue la marcha que organizó en la ciudad de Peekskill con el grupo March for Our Lives, luego de conseguir que este movimiento nacional le otorgara el respaldo para realizar la protesta.
March for Our Lives, realizó en 2018 la primera marcha en todo el país y desde entonces han realizado más de 500 marchas contra los tiroteos. Esta vez Angeline decidió que era hora de protestar en grande y contactó a la organización que comenzó en Parkland, en Florida, logrando luz verde para realizar la marcha en Peekskill.
“Todas mis compañeras me apoyaron y trajeron a sus amigos, su familia, distribuimos las pancartas y la propaganda. Me dio mucha alegría que ayudaron”, explicó sobre la marcha realizada el 11 de junio último en el centro de Peekskill, con la participación de unas 500 personas, entre estudiantes, maestros, la comunidad, y representantes de varias organizaciones locales.
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Esta campaña contra los tiroteos no será la primera para Angeline, ya que la estudiante prepara formar un capítulo del movimiento March for Our Lives en Peekskill.
“Haremos campaña para que cambien las leyes. Porque las escuelas tienen programa de prevención y se pueden esconder en las esquinas y asegurar la puerta, pero la mayoría de los tiroteos son hechos por estudiantes y ellos saben qué medidas tienen los alumnos para salvarse, lo que significa que no estamos a salvo”, dijo.
“No pienso que el problema está en las escuelas, el problema es la persona que tiene el arma”, dijo la alumna y activista, que cuenta con el respaldo de sus padres.
El futuro es nuestros niños”, dijo. “Mi próxima tarea es visitar las escuelas de primaria y brindarles información a los niños”, concluyó.
Publicado el 22 de Julio 2022