No solo se trata de estética y este tratamiento no tiene edad

La ortodoncia es necesaria para mantener nuestro estado de salud general que, por supuesto, comienza por mantener una buena salud bucodental.
Esta técnica, popularmente conocida como la colocación de un sistema corrector de tratamiento en la boca, es una disciplina odontológica destinada para corregir la posición de los dientes y huesos que, al encontrarse en una situación incorrecta pueden generar dolencias al paciente.
Qué problemas se tratan con ortodoncia
Existe una gran variedad de patologías que pueden estar provocadas por una incorrecta posición de los dientes y que es factible mejorar a través del aparato.
Entre ellos destaca la tensión en los músculos de la masticación (el apretar o rechinar de dientes), síndrome de ATM (articulación temporomandibular) y también diversos dolores en el cuello, los hombros o la espalda, entre otros.
El tratamiento ortodóncico permite, después de un adecuado diagnóstico clínico y radiológico, solucionar estos problemas a través de movimientos suaves y lentos.
El hecho de corregir un problema de este tipo, conocido como maloclusión, es una cuestión de salud, no solo de estética. Los pacientes pueden encontrar diferentes tipos de ortodoncia y tratamientos adaptados a sus necesidades individuales.

Dos de cada diez adolescentes padecen maloclusión
Solo cuatro de cada diez niños y adolescentes que tienen entre 12 y 15 años tienen una oclusión adecuada (cerrar los dientes con una posición correcta). Además, dos de cada diez padecen una maloclusión severa que les puede provocar algunos de los trastornos citados anteriormente.
Pero estos tratamientos no están reservados exclusivamente a los jóvenes o niños. Al menos uno de cada cuatro de los adultos jóvenes de entre 35 y 45 años necesitan ortodoncia.
Seguimiento Una vez corregida la posición de los dientes con la ortodoncia es necesario impedir que las piezas dentales vuelvan a desplazarse. Para ello, se suele poner una placa, una férula u otro sistema de contención durante el tiempo indicado por el dentista.
Tipos de Aparatos
La ortodoncia se puede aplicar a través del uso de sistemas fijos o removibles, según el tratamiento más conveniente diagnosticado por el profesional.
El uso de la ortodoncia fija permite, mediante la colocación de brackets en los dientes, ejercer unas fuerzas suaves para corregir el problema.

– Brackets Metálicos: estos brackets son más pequeños y cómodos que los primeros que se utilizaban hace décadas. Es la alternativa más común en pacientes infantiles y adolescentes, aunque también se utilizan en los tratamientos en adultos.
– Brackets Cerámicos: se trata de brackets realizados con material cerámico y pueden ser totalmente transparentes. Funcionan de la misma manera que los tradicionales y ofrecen los mismos resultados.
– Brackets Linguales: se colocan en la cara interna de los dientes, por lo que no son visibles. La técnica es más compleja y no siempre puede ponerse en práctica.
Además, las nuevas técnicas con ortodoncia removible permiten que el paciente puede ponerse y quitarse él solo el sistema de tratamiento, por lo que los resultados dependerán, en parte, de su colaboración. Este tipo de ortodoncia está indicada para determinadas patologías.
Beneficios para la salud
Los beneficios del uso de la ortodoncia para nuestra salud y calidad de vida son múltiples:
– Mejora la respiración nasal y, por tanto, la calidad del sueño.
– Al poder realizarse una mejor masticación, favorece las digestiones y previene el desgaste dentario y los problemas de ATM.
– Protege los dientes, evitando fracturas dentarias y facilitando un correcto cepillado.
– Contribuye al bienestar personal.
– Previene la acumulación de sarro y bacterias entre los dientes y, por tanto, facilita una mayor higiene que a su vez protege contra una serie de patologías bucodentales, algunas de las cuales pueden resultar graves.
Publicado el 27 de Octubre 2020