- Encuentra a los empleados adecuados. Contrata a las personas ideales para el puesto. Aunque sea tu negocio, no podrás lidiar con todo, por eso necesitas a gente calificada.
- Delega tareas realizables a tu equipo de trabajo.
- La honestidad es la mejor política. Si tienes problemas con algún empleado, asegúrate de que se resuelvan. A nadie le gusta que hablen a sus espaldas.
- Recuerda que los opuestos se atraen. Contrata a personas con habilidades y personalidades opuestas a las tuyas. Te retarán y traerán cosas nuevas a tu negocio.
- Dile adiós a tu vida social. Vas a pasar mucho tiempo dedicado a tu negocio. Aunque planees una noche fuera con los amigos, te puedes ir temprano y la gente te comprenderá.
- Acepta que tú serás la última persona a la que le paguen. Como CEO, serás el último en recibir un cheque, y así será hasta que tengas las ganancias adecuadas.
- No esperes el éxito de inmediato. Sólo porque tu negocio no te ha convertido en millonario (aún) no quiere decir que tu empresa es un fracaso.
Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 11 de Febrero 2017