Activistas y familiares de 150 víctimas hacen vigilia y extienden su reclamo por los 43 estudiantes de educación desaparecidos en México
Un cúmulo de emociones llegó a expresarse en la pregunta “¿Dónde Están Nuestros Desaparecidos?,” cuando ciento cincuenta personas originarias de diversos países latinoamericanos unieron sus sentimientos de identificación con el dolor de familiares y amigos, o tan solo compatriotas, de similar cantidad de desaparecidos, muchos en circunstancias en que cruzaban la frontera sur de los Estados Unidos en busca de un futuro propicio, otros, cuando nada hacía temer un resultado tan calamitoso.
El activista ecuatoriano Luis Yumbla, en nombre de Latino Network, fue quien se propuso hacer realidad una idea que estaba en muchas mentes y convocó a un grupo de colaboradores, quienes en sólo dos semanas, organizaron esta vigilia que contó con el apoyo de la reverenda Frances Sink, líder de la Congregación Universalista Unitaria de Stamford, en cuyo local se realizó el evento.
Un selecto grupo de artistas, conformado por las poetas Ana Cecilia Zapata (Colombia) y Anahí Rossini (Argentina), la escritora Sandra Peláez (Ecuador), los cantautores Lu Miranda (Ecuador) e Isaac Martínez (Honduras), la violinista Angie Durrell, así como los cantantes Carlos Fallaque (Perú) y Bryan Amaya (Chile), le dio al evento un marco de inspiración y emotividad mediante letras y reflexiones artísticamente interpretadas por ellos.
Fuera de una breve bienvenida, por Luis Yumbla; una consagración ritual, por la reverenda France Sink; una presentación del caso mexicano, por el activista José Gasco; y una reflexión final enunciada por Pedro lazo, no hubo discursos sino testimonios de personas directa o indirectamente afectadas por desapariciones que, salvo en un caso, esperan aún la atención de las autoridades para ser resueltas o clarificadas.
Se dio un especial momento de acercamiento al dolor por la desaparición de personas relacionadas con nuestra comunidad cuando Ana Cecilia Zapata leyó los nombres y otras referencias de tres personas que ahora están ausentes en sus hogares: Paulino “Pablo” Mendoza (23), guatemalteco desaparecido la última noche de Navidad, en Stamford; Karen Vanessa Chirino (16), vista por última vez el 15 de diciembre de 2014, en Norwalk; y el caso de Lina Cumandá Obando Caicedo —hermana de Wilman Suárez, ecuatoriano avecindado en Port Chester—, desaparecida en 1994, en Cúcuta, Venezuela, mientras era deportada al Ecuador.
De inmediato, los hermanos Ramiro y Galo Salinas, dos jóvenes ecuatorianos, dieron sus testimonios. Mientras Galo prefirió quedarse callado, Ramiro contó que su hermano había estado perdido, desde febrero de 2008 hasta noviembre de 2011, cuando, al cruzar la frontera entre México y Texas, había perdido la memoria debido a un golpe contra un alambrado, en una persecución de la migra. Fue acogido por los dueños de una hacienda de Texas, que lo trataron muy bien, hasta que él recuperó su memoria y logró comunicarse tanto con su madre, en Ecuador, y con su hermano, en Norwalk. Galo fue traído hasta Brooklyn, donde se reencontraron, y viven, desde entonces, en Norwalk.
Acto seguido, se cumplió la ceremonia de encendido de los cirios principales, a cargo de Flor Rodríguez (Perú), Sandy Amaya (Chile), Beatrice Chodosh (Argentina) e Ivett Castro (Bolivia), a partir de quienes se transmitió la llama a los numerosos cirios que los asistentes tenían en sus manos y que luego portaron como símbolo de su participación en el ritual de la Luz de la Esperanza.
A continuación, numerosos asistentes salieron al frente portando retratos de los cuarentaitrés jóvenes normalistas desaparecidos en Iguala, México, el 26 de noviembre de 2014, tras hechos en que están implicados miembros de la policía, el ejército y algunas autoridades políticas. En desgarradoras intervenciones, Erika Velásquez, Francisco Ramírez y Angie Galindo dieron cuenta de la masiva desaparición, leyeron todos los nombres y pidieron apoyo para que este acto de abuso e injusticia sea denunciado hasta que tales estudiantes puedan retornar a sus hogares.
Al final, unas doce personas leyeron una lista de más de cien ecuatorianos desaparecidos en la frontera sur de los Estados Unidos.
Carlos Mavila/Especial para Westchester Hispano
Publicado el 14 Febrero 2015