Feligreses del templo de New Rochelle claman por apoyo para que no cancelen los servicios religiosos
Sala de Redacción/Westchester Hispano
New Rochelle
Los feligreses de la Iglesia St. Joseph, ubicada en la Washington Avenue en New Rochelle, están desconcertados al conocer los planes de cierre de los servicios religiosos. Recientemente fueron informados que el 1 de julio es el último día para los servicios regulares.
Diana Sidoti, coordinadora y directiva, fue informada que cerrarán las puertas en dicha fecha y que después solo ofrecerán ciertos sacramentos y misas solo dos veces al año.
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Su esposo Philip Sidoti, dijo que una de las razones es que hay pocos sacerdotes, “pero nosotros somos una comunidad que ha estado asistiendo por los últimos 150 años, y somos inmigrantes de varias nacionalidades. Hemos comenzado la campaña y cada misa tiene mas gente. Tenemos fe y tenemos a Dios de nuestro lado. Me gusta la comunidad y me gusta la iglesia y los festivales anuales que tenemos cada año”.
En St. Joseph hay 5 misas semanales. Dos el sábado y tres los domingos. Adicionalmente hay misas diarias a las ocho de la mañana, y los miércoles 1 misa en español a las 7 am. Ahora realizan una novena todos los martes hasta junio y en total hay 11 misas semanales, a las cuales acuden cantidades de fieles.
“Sin embargo quieren cerrar nuestra iglesia”, dijo Diana Sidoti. “Por eso queremos que la gente venga y las autoridades de la iglesia vean que hay cantidad de fieles aquí y vean que no deben de cerrar”.
La comunidad se ha unidos y ya ha realizado varias protestan en la parte exterior de la St. Joseph. Eso los ha unidos y ahora en las misas de los domingos se congregan hasta 150 feligreses.
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Marina Gross, quien asiste durante siete años a la iglesia y participa en varios grupos, dice que las versiones de la Arquidiócesis que señala que no pueden seguir sirviendo porque la iglesia está deteriorada, es solo un pretexto de la iglesia.
Por su parte, Alejandro Aparicio, que asiste por siete años a St. Joseph, dijo sentirse muy triste de que quieren cerrar la iglesia que tanto le gusta y se siente como en familia.
Para Ricardo Mendoza, del Grupo Oración Manos de Esperanza de San José, la decisión anunciada es una mala noticia.
“Porque mucha gente depende de la iglesia y viene a tener un encuentro con Jesús y no nos dan la oportunidad para luchar por la iglesia. Queremos demostrarle que hay gente que necesita de Dios”, dijo.
Por ahora la comunidad sigue unida y en campaña para lograr que ese 1 de julio nunca llegue y que sigan pudiendo llegar a su iglesia a orar y recibir la palabra de Dios.
Publicado el 14 de Abril, 2022