Consumir fibra, alimentos probióticos y hacer ejercicio con regularidad protegen contra la inflamación del vientre y el estreñimiento

La flora intestinal o microbiota es el conjunto de bacterias que viven en nuestro tracto digestivo, las cuales tienen una función vital para el ser humano. Gracias a estas bacterias podemos digerir y asimilar los alimentos que comemos.
La influencia de estas bacterias en la salud es un tema importante en el ámbito de la investigación molecular y biomédica. Muchas enfermedades, desordenes o trastornos como la diabetes, el sobrepeso, las alergias, el cáncer de colon, el síndrome del intestino irritable o la depresión están relacionados con los desequilibrios en nuestro microbiota.
Factores como la nutrición, el estrés, el tabaco y la inactividad física son determinantes a la hora de tener un sistema digestivo saludable.
Alimentos con acción prebiótica que aporten fibra.
La fibra sirve de alimento para las bacterias intestinales y las personas que consumen mucha fibra tienen un menor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la dieta. El alto consumo de fibra reduce el riesgo de cáncer de colon. Para llegar a ese objetivo, se recomienda seguir una dieta rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, como las nueces. Este tipo de dieta aporta mayor sensación de saciedad, mejora la digestión y ejerce una influencia positiva en los niveles de colesterol y de glucosa en sangre.
- Tipos de Alimentos
- Consumir alimentos con efectos positivos en tu microbioma, como las nueces. Son varios los estudios que han revelado el efecto beneficioso de las nueces para el intestino. Recientemente, científicos de la Universidad de Múnich revelaron los efectos positivos de consumir 43 gramos de nueces al día en la composición y variedad de la flora intestinal. Las nueces modifican el microbioma intestinal aumentando la cantidad de bacterias digestivas que conducen a una flora intestinal saludable.
- El consumo de nueces aumenta la cantidad de bacterias probióticas buenas en el intestino y las que producen butirato, según un estudio publicado en el Journal of Nutrition. Este metabolito es un tipo de ácido beneficioso para las vellosidades intestinales y para las células del colon; también ayuda a la absorción de nutrientes, es decir a tener una mayor digestibilidad, a aumentar el sistema inmunitario local y a la prevención del cáncer de colon.
- Bebe de 1,5 a 2 litros de agua diarios. La hidratación es vital, el cuerpo humano necesita una gran cantidad de agua para poder digerir la fibra. Como regla general, se deben tomar de 1,5 a 2 litros de agua por día, aunque depende de diversos factores como el calor y/o la actividad física. El miedo de consumir agua en exceso resultaría infundado, ya que, si esto ocurriera, nuestros riñones se encargarían de eliminar este excedente de agua.
- Ingiere probióticos, a través de alimentos fermentados. Las bacterias del ácido láctico como los lactobacilos y las bifidobacterias tendrían un efecto positivo sobre la flora intestinal, ya que aumentarían el número de estas bacterias. Los ácidos lácticos los encontraríamos en alimentos fermentados de los productos lácteos como el yogur natural, el kéfir, el chucrut o el té kombucha.
- Muévete y realiza ejercicio físico de forma habitual. Una caminata después de la comida puede ser beneficiosa para la salud. Además, una actividad física diaria moderada, de 30 a 60 minutos –principalmente deportes aeróbicos como caminar, nadar, correr o ir en bicicleta ayudaría a estimular la actividad intestinal.
Publicado 25 de Noviembre 2020