La esposa, hijos y familiares de Don Héctor Amaya, de Líneas de Naska, conmemoran un año de su sensible fallecimiento

Sala de Redacción / Westchetser Hispano
Doña Beatriz Amaya, recordó la trayectoria de su esposo Don Héctor Francisco Amaya Guevara, quien fuera el propietario de Líneas de Naska Restaurante, ubicado en New Rochelle. Amaya falleció víctima de la pandemia. Durante la misa celebrada el sábado 24 de abril en la Iglesia St. John the Baptist, en Yonkers, se conmemoró también la partida de su hijo Héxtor Winzer Amaya Perales.
“Lo recuerdo como un hombre alegre que le gustaba mucho de la familia y las amistades. Hacia muchas parrilladas y pachamanca, era un buen esposo, buen padre, buen abuelo, buen amigo y para él no había imposibles, todo se podía”, dijo Doña Beatriz Amaya, esposa de quien fuera Don Héctor.
Sus familiares lo recordaron como un hombre positivo, muy trabajador y eficiente en todo lo que hacía. En el restaurante Líneas de Naska estableció una marca especial de la gastronomía peruana y preparaba los platos típicos de su patria con la mejor dedicación.
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Tenía amplia experiencia en este rubro de comidas y bebidas. Porque primero tuvo un restaurante de comida mexicana, en el Bronx, durante 22 años. Luego lo vendió para descansar, cuando se da cuenta que no puede alejarse de la gastronomía y decide esta vez adquirir un establecimiento de comida peruana en New Rochelle.
“El aprendió la cocina de su madre, originaria de San Ramón en Chanchamayo, la selva del Perú. Desde muy pequeño le nació la afición por la comida”, dijo Beatriz Amaya, luego de la misa conmemorativa, y ya en su hogar en Yonkers.

Hasta allí llegaron familiares y amigos para recordar a Don Héctor. “Él era mi vecino y me enamoré de él desde que lo vi. Emigramos a Estados Unidos cuando él tenía 30 años y hemos sido muy felices”, dijo su esposa Beatriz Amaya.
Don Héctor era un hombre muy trabajador y positivo. No había nada imposible para él y así es como lo recuerda su querida esposa.
“Siempre hemos trabajado juntos. A mí siempre me gustaba, también, la comida y lo apoyaba siempre”, dijo la señora Amaya, quien sigue el legado de su esposo y ha tomado las riendas de Líneas de Naska.
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Su esposo le ayuda desde el cielo y le da fuerzas para seguir impulsando el negocio y sirviendo a la comunidad.
“Pienso qué hacer y cuando estoy cansada me encomiendo en Héctor y todo me va bien, se me va el cansancio. Lo extraño mucho y mi vida ya no es como antes”, dijo Beatriz, mientras rodaban varias lágrimas por sus mejillas. Ella, sus tres hijos y toda su familia recuerdan la hermosa vida que les dio Don Héctor.
Publicado el 30 de Abril, 2021