Miles de personas se congregan en Kingston para una misa y adoración a la Virgen de la Nube
La comunidad ecuatoriana celebra anualmente en grande la fiesta de la Virgen de la Nube, su santa patrona, y esta vez el tributo fue realizado en Kingston, en la parte alta de Nueva York.
Pese a la distancia, el domingo 17 de enero último, miles de ecuatorianos con sus familias llegaron hasta la Iglesia St. Mary’s Roman Catholic Church, para asistir a la misa conmemorativa a la “Madre del ecuatoriano ausente”, que ofrece cada año Florencio Coraizaca y su esposa Rosa Merchán, ambos ecuatorianos. La misa fue concelebrada por los sacerdotes, reverendos Robert Bubel, Jaime Zhindon y Joaquín Mejía.
Finalizada la misa, llevaron en procesión a la Virgen, en andas, y se dirigieron al salon de St. Mary’s Benevolent Association, en donde se le ofreció homenaje con danza folclórica ecuatoriana, música típica del país sudamericano y comida típica.
Los priostres, Florencio Coraizaca y su esposa Rosa Merchán, con el apoyo de miembros de la comunidad del área y de todo Nueva York. Hasta el evento llegaron ecuatorianos de New Jersey, Connecticut, Rhode Island, Washington DC.
La Historia de la Virgen
En Azogues se encuentra el templo de la Virgen de la Nube que se identifica con los enfermos. Luego de un milagro realizado en Quito, (según aseguran sus devotos), su fama se extendió por América. A la Virgen de la Nube, se la recuerda el 1 de Enero iniciando con la celebración de una misa campal y luego se realiza la procesión grande, las peregrinaciones que asisten es de aproximadamente 40.000 fieles de todo el país y turistas. Tambien durante Mayo se dan festejos y el 31 del mismo mes se realiza una procesión grande a partir de las 18:00 horas de la tarde. Los templos permanecen llenos los domingos de mayo y de septiembre.
En el santuario de los padres franciscanos en Azogues, es objeto de veneración de la Virgen de la Nube. La historia de esta advocación a la Virgen proviene de la colonia, cuando en Quito enfermó el obispo Sancho de Andrade y Figueroa.
La advocación de Nuestra Señora de la Nube, que debía ser muy popular en Quito, llegó a quedar un tanto olvidada con el transcurso de los años. Sin embrago un siglo después del prodigioso acontecimiento, el alcalde de la Cuidad, recuperó en 1.797 en la Notaria, la información original auténtica de la aparición y en representación del Municipio de Quito organizó, con la diferencia solamente de un año “La Fiesta del Primer Centenario de la Aparición”. La Fiesta de la Virgen de la Nube se celebra, en el Santuario levantando en su honor.
La solemnidad se celebró en Quito el propio día 30 de diciembre del año 1.797 a eso de las 10 de la mañana, en el grandioso atrio de San Francisco, delante de la portada del templo. Transcurrido otro siglo y cuando Quito había tomado nuevamente a olvidar el prodigio de 1696, el ilustrísimo y muy celoso Arzobispo de Quito, Monseñor Pedro Rafael Gonzáles y el Administrado Apostólico de Cuenca, publicaron entusiastas Cartas Pastorales, para estimular a sus respectivos fieles a celebrar dignamente la Fiesta de “Segundo Centenario de la Aparición”.
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Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 30 de Enero, 2016