María Massa: “Ahora llegan pocas donaciones”

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María Massa sirve durante tres décadas en la iglesia católica y lamenta que ahora no haya muchos recursos para los inmigrantes

Sala de Redacción | Westchester Hispano

María Massa, es un ícono de la iglesia católica de Port Chester, en donde se ha destacado durante casi tres décadas por cumplir bien su labor humanitaria, ayudar a los necesitados y ser el apoyo para los inmigrantes y desfavorecidos.

Llegó de Cuba con sus padres y se establecieron en Port Chester. Recuerda cuando disfrutaba de la comunidad de su país en esta villa, como el día en que llegó la propia Celia Cruz.

“Nuestra comunidad era grande y muy unida, y celebrábamos nuestras fiestas, nuestras tradiciones y costumbres, y un día contrataron a Celia Cruz para una fiesta que fue hermosa”, dijo Massa.

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María, trabajó primero -por más de dos décadas- en la iglesia Holy Rosary. Allí era la encargada de las actividades, donaciones, ayuda a la comunidad, pero además era quien ayudaba a todo el que necesitara a solucionar sus problemas.

“Anteriormente teníamos muchos recursos para ayudar y lo hacía con mucho gusto a toda persona que llegaba a Holy Rosary, era muy lindo poderles ayudar, pero las cosas han cambiado y ya no se puede hacer lo de antes”, dijo María Massa, quien está a punto de retirarse.

Actualmente es la secretaria de la parroquia St. John Bosco, ubicada en Westchester Avenue, y su rol es guiar a las personas para que puedan recibir los servicios disponibles.

Una de las actividades que recuerd, es el Proyecto Madres, que realizaba Holy Rosary con la Junior League de Westchester. El objetivo era ayudar a las madres inmigrantes sobre cómo llevar una familia, educar a sus hijos, y también a orientarlas para encontrar trabajo.

“El programa fue por casi una década y estábamos muy felices que la mujer inmigrante logre salir adelante con nuestra ayuda. Ellas pudieron conseguir buenos trabajos, y al final del curso anual les hacíamos una fiesta que incluía maquillaje, manicure, pedicure, peinados para ponerlas bellas”, dijo.


También, María, se preparaba durante todo el año para lograr donaciones de juguetes y regalos para entregar a la comunidad en Navidad. “Actualmente las donaciones han disminuido y se entregan tarjetas de regalo para que los padres puedan comprar los regalos”, explicó.

A nuestra pregunta sobre alguna satisfacción grande, Massa explicó que un día llegó a visitarla una inmigrante que había recibido ayuda de la Iglesia. Ella no encontraba trabajo y le ayudamos. Nos visitó después de varios años, se acercó a darme un abrazo y me entregó un regalo. Creo que su muestra de agradecimiento fue muy grande y emocionante”, explicó.

Si bien recuerda con alegría los bellos momentos que pasó desde niña en Port Chester, de disfrutar la unidad de su comunidad cubana y otras comunidades latinas, María lamenta que la situación sea diferente. “Ahora aquí hay mucha pobreza, la gente no tienen en donde vivir”.

La comunidad cubana se ha ido a otras áreas lejanas, pero María sigue ayudando en lo que puede a su prójimo, y disfruta de las tradiciones con sus hijos y su familia completa. En su casa celebran los cumpleaños, y siempre tienen un lechón asado, yuca, congrí, y oran ante su santa patrona la Virgen de la Caridad de Cobre.

Publicado el 15 de Marzo, 2024

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