El documental de Patricio Guzmán sobre los últimos meses del gobierno de Allende y los días que siguieron al golpe militar de Pinochet

Carmen Valdivieso Hulbert | Westchester Hispano | Colaboradora
Nueva York
El pasado 11 de septiembre se cumplieron 50 años del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende en un cruento golpe militar apoyado por Washington, que acabó con los cambios sociales que había logrado con apoyo de los trabajadores, seguido de una dictadura que se prolongó hasta 1990. Es la misma fecha fatídica que 28 años después marcara la vida de los estadounidenses con el ataque a las Torres Gemelas, que provocó la muerte de casi tres mil personas.
Esta semana el BAM (Brooklyn Academy of Music) exhibió el documental “La batalla de Chile” de Patricio Guzmán quien filmó los sucesos detallados de los últimos meses del gobierno de Allende y los días que siguieron al golpe militar, encabezado por el general Augusto Pinochet.
El documental es una trilogía desde el punto de vista del gobierno, que incluye, la Parte 1, “La insurrección de la burguesía”; la Parte II, “El golpe de estado”, y la Parte III, “El poder popular”.
La Parte 1 muestra las imágenes de las calles de Santiago, la capital chilena, colmadas de manifestantes de derecha, protestando contra Allende. Son imágenes de concentraciones proselitistas previas a las elecciones para renovar el parlamento donde se enfrentaban dos bloques políticos, la centro derecha formada por la Democracia Cristiana y el partido Nacional ante sus rivales de la centro izquierda agrupados en la Unidad Nacional.
El día de las elecciones legislativas se ven automóviles con miles de personas celebrando por adelantado una victoria de la centro derecha, pero al final de la jornada electoral se comprueba que Allende aumentó su mayoría legislativa y a continuación se ven imágenes de desmanes y disturbios en las calles, acusando de fraude al gobierno.
Empero, días después el Tribunal Calificador de Elecciones, controlado por la oposición, confirma los resultados oficiales. La oposición en el Congreso queda muy lejos de los dos tercios necesarios para destituir al presidente Allende, como deseaban manifiestamente en el documental.
Asimismo, muestra secuencias de la huelga de los camioneros y allanamientos de centros de acaparamiento de productos en momentos en que había una gran escasez de productos de primera necesidad, y cómo las comunidades más pobres se organizaron para combatir el desabastecimiento.
Personalmente, recuerdo cómo en 1971 las amas de casa de la clase alta realizaron una marcha golpeando cacerolas en protesta por el desabastecimiento durante el gobierno de Allende. Ese tipo de protestas se repitieron en otras ciudades de Chile, como Concepción y Valparaíso.
El documental muestra imágenes de la huelga indefinida de miles de camioneros privados que dejan casi paralizado a todo el país, y la huelga de los trabajadores del cobre en la mina El Teniente, además de enfrentamientos callejeros de grupos rivales y el levantamiento de una división blindada que se conoció como el Tanquetazo, pero las fuerzas armadas no secundaron la acción.
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La Parte II – “El golpe de estado”
Esta parte se inicia con el intento de golpe del 29 de junio de 1973, con los tanques en las calles al tiempo que se informa que murieron 22 personas en los enfrentamientos. Este fue contrarrestado por tropas leales al gobierno encabezadas por el comandante en jefe del Ejército, general Carlos Pratts y el partido Demócrata Cristiano expresa su respaldo al régimen constitucional.
Las imágenes muestran cómo, a los gritos de “Allende, Allende el pueblo te defiende” miles de personas se congregan frente al Palacio de la Moneda para darle un masivo respaldo al presidente.
Al día siguiente Allende solicita al Congreso la aplicación del estado de sitio. Y los trabajadores de izquierda asumen el control de fábricas, empresas, minas y centros agrícolas en todo el país. Y forman 31 cordones industriales.
Resulta casi increible observar, tal como se ve en el documental, cómo cada paso que daban los militares chilenos en los meses que precedieron al 11 de septiembre, allanando fabricas y otras instalaciones laborales en busca de las armas que no encontraron en ningún lugar, tomaban la temperatura de alguna posible resistencia por parte de los sindicatos u otras organizaciones de base en el caso de un golpe militar, que al final llega a producirse en forma brutal.
La Parte III – “El Poder Popular”
Estas imágenes que vienen a ser un compendio, más bien simbólico porque refleja la esencia de los logros de los trabajadores durante el gobierno de la Unidad Popular pese a la dura oposición de la derecha.
Lo bueno de este documental fue que un solo equipo dirigido por Patricio Guzmán filmó durante un año de manera seguida, “lo que le da a la película una mayor continuidad y una mejor consistencia”, señala el documentalista.
“Filmamos un año entero en Santiago y alrededores, en algunas provincias del sur y el norte”, narra Guzmán en su libro La Batalla de Chile -Historia de una película.
“Fue para nosotros mucho más que una película: maduramos, crecimos, lloramos y gritamos, nos desarrollamos juntos con ella”, destaca el documentalista. “Comprendimos cómo era la vida colectiva, los actos de miles de chilenos: el valor de los que no tenían casi nada y que levantaban los brazos. Pudimos filmar -y sobre todo entender- el momento en que la vida cotidiana se convierte en vida política…”, remarca.
El grupo estaba integrado por el director Patricio Guzmán el camarógrafo Jorge Müller Silva, el jefe de producción Federico Elton, el primer ayudante de dirección José Juan Bartolomé; el ingeniero de sonido Bernardo Menz, y el segundo ayudante de dirección, Guillermo Cahn.
Siguieron filmando hasta cuatro días después del golpe de estado, más o menos el 15 de septiembre.
GOLPE DE ESTADO
Patricio Guzman fue arrestado y estuvo preso durante dos semanas en el Estadio Nacional de Chile, donde muchos no tuvieron la misma suerte de salir en libertad.
“El estadio no se olvida nunca”, relata Guzmán en una entrevista en el sitio web El Ciudadano.
“Desde el momento en que me tomaron preso y me dijeron que me iban a fusilar a la mañana siguiente, y pasaba el tiempo y no venía la escuadra a fusilarte y te sacan del cuartel (donde yo estaba) y me llevan al Estadio de Chile… y ahí oímos que dicen: está lleno aquí ya no cabe nadie más. Váyanse al Estadio Nacional”
Y en el Estadio Nacional de Chile relata que le volvieron a decir “Usted quédese aparte porque usted tiene otro camino”. Entonces “… vuelves a pensar que va a ser fusilado de nuevo…”.
Guzman relata cómo se vivía un clima siniestro a su alrededor, con ametralladoras por todos lados y con presos asustados en los camerinos.
Alguien que no llegó a sobrevivir la fuerte represión que siguió al golpe, fue Jorge Müller Silva, el camarógrafo del documental. Fue secuestrado en noviembre de 1974 junto a su compañera, la cineasta Carmen Bueno. Ambos trabajaban en Chile Films y eran militantes del MIR. Fueron torturados en Villa Grimaldi y Cuatro Alamos, y nunca más se supo de ellos.
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COMO SALVARON EL MATERIAL FILMADO
“Cuando se llevaron preso a Patricio vinieron a allanar la casa”, dice Paloma Urzúa Theoduloz, su primera esposa, en un testimonio publicado en el libro sobre el documental. Los militares realizaron tres allanamientos a la casa de Guzmán.
“Había dos baúles, uno grande y otro más pequeño. Me pidieron que los abriera”, agrega.
Paloma detalla que fue a su dormitorio a buscar las llaves del baúl grande y lo abrió. En su interior había rollos de cortos publicitarios, también ejemplares de revistas y del diario El Mercurio. Los militares sacaron algunas cosas y a continuación le pidieron que abriera el más pequeño, que contenía unas 10 latas con los últimos negativos de La batalla de Chile.
“Le dije al oficial que yo ese baúl no lo podía abrir porque no tenía la llave, y me hice la tonta”, añade Paloma. Recuerda que la llave estaba colgada de un clavo en la pared, a la vista de todo el mundo, pero el oficial no hizo más preguntas y el baúl se quedó ahí cerrado.
Poco después, las latas llegaron a manos de Federico Elton, jefe de producción de La batalla de Chile,
El resto del material estaba en poder del tío de Patricio, Ignacio Valenzuela. Durante mucho tiempo, Patricio le había ido entregando las latas filmadas, semana tras semana, las cuales eran guardadas en un baúl tapado por una manta, a espaldas de su esposa que era muy derechista.
Federico narra asimismo cómo logró salvar milagrosamente una maleta con todo el audio de la filmación, unas 200 cintas de sonido que estaban en la casa del ingeniero de sonido Bernardo Menz. Este le avisó que su barrio estaba siendo allanado y le dio media hora para retirarla.
Federico cuenta que se pusieron en contacto con la embajada de Suecia. La secretaria del embajador era Lilian Indseth, alguien que todos ellos conocían. Era la esposa del cineasta chileno Sergio Castilla. Lilian envió una furgoneta al interior del garaje de la casa del tío de Patricio. El mismo embajador, Harald Edelstam, dio la orden para esta operación.
Días más tarde el grueso del material de La batalla de Chile fue cargado en un barco sueco Río de Janeiro anclado en Valparaíso. El embajador Edelstam estuvo presente en el embarque y días después fue declarado “persona no grata” en Chile.
Semanas después Federico y Patricio llegaron hasta el puerto de Estocolmo para recoger el material del documental que arribaba a bordo del Río de Janeiro.
Meses después se volverían a encontrar en La Habana para iniciar el montaje de La batalla de Chile, que estuvo a cargo de Pedro Chaskel, quien llegó directamente de Chile.
INTERFERENCIA ESTADOUNIDENSE
Era hartamente conocida la campaña de desestabilización que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos tuvo durante el gobierno de Salvador Allende hasta su derrocamiento en el cruento golpe militar dirigido por Pinochet.
Sin embargo, 50 años después el historiador estadounidense Peter Kornbluh ha revelado más de 25,000 documentos que logró desclasificar en un incensante trabajo, en su libro Pinochet Desclasificado -Los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile.
Kornbluh presentó su libro el 1 de septiembre de 2023 en el Museo de la Memoria de la capital chilena.
Uno de los documentos más reveladores es una conversación telefónica entre el presidente Richard Nixon y Henry Kissinger, su consejero de Seguridad Nacional, en la que se regocijan sobre el resultado del golpe de Pinochet.
“En tiempos de Eisenhower nos habrían tratado de héroes”, remarcó Kissinger refiriéndose a las críticas por el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.
“El presidente Nixon quería asegurarse de que el papel de Estados Unidos en el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende, elegido democráticamente, permaneciera en secreto”, señala Kornbluh en el prólogo de su libro por el 50 aniversario del golpe militar en Chile.
COMENTARIOS DEL PUBLICO
“Me sentí profundamente impresionada con el film, tanto el talento de los realizadores y por el mismo contenido en sí”, comentó Carolina Salguero, una española-estadounidense entre el público que vio el documental esta semana. “El trabajo del camarógrafo se siente íntimo, entre escenas en medio del tráfico, manifestaciones de protesta y masas de gente enardecida”, remarca.
Cuando le pregunto que la motivó a venir a ver el documental, dice: “No sabía mucho sobre el golpe y parecía que finalmente iba a enterarme. Además, las imágenes del trailer eran tan buenas y dramáticas.
Parecía ser el trabajo de alguien no solo talentoso, sino conocedor de esa realidad”.
Por su parte, la venezolana Fedora Rivas, dijo que sus padres estuvieron pendientes en el primer año después del golpe militar. “Recibimos por unas semanas a varios chilenos que llegaron a vivir a Caracas. Mi familia les dio apoyo durante su período de adaptación”, destaca. “Quería conocer más sobre las razones por las que salieron de Chile, porque irónicamente ahora muchos chilenos que se establecieron en Venezuela han regresado a su país. Huyeron de una dictadura militar de derecha y décadas después huyen de una dictadura de izquierda”, destaca Fedora.
Entretanto, el neoyorquino Michael McCabe se mostró sorprendido “por el masivo respaldo popular de los chilenos al presidente Allende. Y la destructiva interferencia del gobierno de Estados Unidos a ese proceso popular. Lo comparó con la Comuna francesa y la guerra civil española, donde se destruyó el poder construido con la voluntad del pueblo, sin respeto alguno por la democracia”.
Publicado el 29 de Setiembre 2023