El huracán Irma fue degradado a tormenta tropical, el lunes, mientras se desplaza por el norte de Florida, con vientos de 100 kilómetros por hora.
La debilitada pero peligrosa tormenta azotó la región de la bahía de Tampa en la madrugada del lunes, tras arrasar gran parte de Florida con vientos que arrancaron tejados, enormes inundaciones y cortes de electricidad generalizados.
En Washington, el presidente Donald Trump envió un mensaje sobre Irma y los daños que ha causado antes de rendir homenaje a los “héroes”, víctimas y personas que trabajaron para rescatar y salvar vidas durante los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Trump garantizó que los estadounidenses “están más unidos que nunca” y que trabajan de la mano con las autoridades para ayudar a las personas en necesidad en estos momentos.
Los aeropuertos más importantes de Florida permanecen cerrados y las cancelaciones de vuelos se extienden al norte tras el paso de Irma. American Airlines indicó que no reiniciarían sus vuelos al menos hasta el martes.
Precisamente y durante un recorrido que realizó por las zonas más afectadas por la Florida, la Voz de América entrevistó vía telefónica a la legisladora estatal en el Congreso de Florida, Daisy Baéz.
Irma seguía avanzando hacia el norte a lo largo de la costa occidental de Florida tras dejar un rastro de destrucción desconocida. Con las comunicaciones cortadas en gran parte de los Cayos de Florida, donde tocó tierra el domingo, y el mal tiempo que persistía en toda la península, muchos esperaron a que se haga de día para evaluar los daños causados.
La monstruosa tormenta, de 640 kilómetros (400 millas) de ancho y con vientos de hasta 210 kilómetros por hora (130 millas por hora), retiró el agua de las bahías, anegó parte del centro de Miami y derribó al menos tres grúas de construcción – dos en Miami y una en Fort Lauderdale.
Las autoridades en Miami y ciudades aledañas evalúan los daños que fueron menores a los que se anticiparon por la fuerza con la que Irma llegó al Estado de Florida.
La Voz de América entrevistó, via telefónica, a la legisladora estatal Daisy Báez, en momentos en que realizaba un recorrido por las zonas afectadas.
Más de 3,3 millones de hogares y negocios de todo el estado se quedaron sin electricidad, y funcionarios de servicios públicos informaron que tomará varias semanas restaurar la electricidad a todos.
El vórtice de la tormenta, muy debilitada ya, estaba a unos 40 kilómetros (25 millas) al noreste de la poblada región de Tampa-St. Petersburg a primera hora del lunes.
Aunque llegó a Florida como un huracán de categoría 4, Irma perdió fuerza hasta pasar a categoría 1 con vientos de 135 kilómetros por hora (85 millas por hora). Más de 160.000 personas esperaban su paso en albergues habilitados en todo el estado.
De momento no hay reportes confirmados de muertes en Florida. En el Caribe, al menos 24 personas fallecieron a consecuencia del destructivo paso de Irma por las paradisiacas islas de la región. En Cuba, la tormenta anegó el icónico paseo del Malecón, en La Habana, llevando el agua hasta medio kilómetro (un tercio de milla) tierra adentro.
En una de las mayores evacuaciones en la historia de Estados Unidos, las autoridades advirtieron a casi siete millones de residentes del suroeste que buscasen refugio en otra parte, incluyendo 6,4 millones de personas solo en Florida.
Tras pasar por el estado, se espera que el meteoro, aún más debilitado, se dirija a Georgia, Alabama, Mississippi, Tennessee y más allá. Es la primera vez que Atlanta emite una advertencia por tormenta tropical y muchas escuelas de la región cancelaron las clases ante la llegada de Irma.
Por el momento, las autoridades tienen poca información sobre los daños causados por la tormenta, señaló el domingo en la noche Bryan Koon, director de la agencia de gestión de desastres de Florida.
Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds
Así Reporto: voanoticias.com
Publicado el 11 de Septiembre 2017