La joven madre fue acusada del asesinato de su pequeña hija en Mamaroneck
Una madre hispana del pueblo de Mamaroneck se declaró culpable del asesinato de su hija de 2 años y medio, un día más tarde que se enterara de que el padre de la menor recibiera una orden judicial que le otorgaba la custodia.
Según reportó el rotativo Journal News, la madre Cynthia Arce, de 30 años, admitió el jueves último en la corte del condado de Westchester que tenía la intención de matar a su hija Gabriella Boyd, y que apuñaló a dos policías de Mamaroneck que intentaron salvar a la niña cuando respondieron a una llamada al 911 hecha desde su residencia el 28 de abril de 2018.
Arce se declaró culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de Gabriella e intento de un asalto agravado por el ataque a los oficiales Osvaldo Ramos y Joseph Gaglione, que estaban en el tribunal por la declaración de culpabilidad de Arce.
El abogado de Arce, Richard Portale, retiró su moción para una defensa psiquiátrica para Arce.
El juez de la Corte Suprema del estado, Barry Warhit, prometió a Arce una sentencia de prisión de 25 años a cadena perpetua cuando sea sentenciada el 31 de octubre, según ha reportado el Journal News.
Una autopsia no había revelado la causa de la muerte.
El padre de Gabriella, Stephen Boyd, ha establecido la Fundación Gabriella Boyd Memorial para ayudar a aquellos que “han luchado por tener voz en situaciones de custodia”. Y este verano Boyd demandó a Mamaroneck, Westchester, Arce y su madre, Maria Solorzano, por la inacción que precedió a la muerte de su hija.
Portale se negó a responder preguntas fuera del juzgado, pero dijo que una de las razones de la súplica era evitar la “gran carga emocional” de un juicio.
“Nuestra esperanza es que ahora la curación pueda comenzar”, le dijo Portale al Journal News. “Como he dicho antes, Cynthia Arce sufría de una severa depresión posparto. Insto a la sociedad a que mire muy de cerca este tema con pasión, empatía y preocupación. Y nuestros pensamientos hoy están con todos los miembros de la familia de Gabriella mientras lloran la pérdida de esta chica vibrante”.
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Gabriella fue asesinada en la casa de Chestnut Avenue, donde vivía con su madre y su abuela.
Un día antes, Stephen Boyd obtuvo una orden del Tribunal de Familia que le otorga la custodia de Gabriella y prohíbe que Arce se ponga en contacto con él y la niña.
La orden se basó en las afirmaciones de Boyd de que Arce era un peligro para sí misma como resultado de su historial de enfermedad mental y un texto que había recibido de ella esa semana que sugería que se iba a suicidar.
La policía fue con Boyd a la casa, pero cuando le dieron la orden a Arce, ella se negó a entregar a la niña. Dijo que Gabriella estaba durmiendo y que Boyd la buscaría al día siguiente cuando él tuviera su visita programada regularmente.
A pesar de las súplicas de Boyd, la policía insistió en que no tenían autoridad para sacar físicamente a la niña de la casa, particularmente después de consultar con los fiscales de la Oficina del Fiscal de Distrito de Westchester.
Notificaron a los servicios de protección infantil, pero cuando CPS fue a más tarde esa noche, nadie abrió la puerta y se fueron.
A la mañana siguiente, Arce le dijo a Boyd que no estaba haciendo que Gabriella estuviera disponible para su visita. Boyd contactó a la policía nuevamente, inicialmente solo para informar que Arce nuevamente no estaba cumpliendo.
Fue a la sede para enmendar el informe policial. Poco después del mediodía, volvió a llamar para instar a la policía a buscar a la niña por él, diciendo que estaría en el consultorio de un médico. Pero la policía nuevamente dijo que no podían ayudar, era un asunto civil.
Cuando la madre de Arce regresó a la casa justo después de la 1 p.m., encontró a Gabriella debajo de una sábana en la cama rodeada de juguetes de peluche y a Arce en una bañera con agua con sangre. Había notas escritas, incluida una que Gabriella estaba con los ángeles y otra que Arce se unía a ella.
Solórzano llamó al 911 y cuando llegó la policía encontraron a Gabriella que no respondía.
Cuando los oficiales intentaron revivirla, Arce se les acercó con un par de cuchillos. Un oficial intentó detenerla con una pistola eléctrica, pero ella logró apuñalar a dos de los oficiales antes de que otro oficial le disparara.
Una autopsia no reveló una causa de muerte, pero se consideró un homicidio. Arce fue acusada inicialmente solo del ataque a la policía, pero cinco meses después también fue acusada de asesinato.
Arce fue devuelto a la cárcel del condado para esperar la sentencia. También recibirá 10 años de prisión por cada uno de los cargos de asalto, pero esos términos se ejecutarán al mismo tiempo que la sentencia de asesinato.
Ella había sido acusada de intento de asesinato agravado y podría haber enfrentado términos consecutivos por un total de 75 años de por vida si fuera declarada culpable en el juicio.
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Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 06 de Septiembre 2019
