El grupo conformado por músicos del país cafetero hace historia en Westchester

La cumbia se mantiene latente en nuestra comunidad, y este género considerado como uno de los más representativos del folclore de Colombia, se toca y se baila en los eventos latinos al ritmo de Café Dorado, conformado por cuatro apasionados músicos locales.
Cantan y encantan con sus cumbias, vallenatos y también ofrecen boleros y baladas modernas y del recuerdo.
Jaime Terrón, natural de Medellin, vocalista y guitarrista hace música desde hace más de 40 años y viene de una familia con vena artística. Comenzó a tocar en su tierra y aquí hace música con sus colegas de la agrupación. Su especialidad es la cumbia, los boleros y baladas de los 70.
“Contribuimos al rescate artistico de la idiosincracia musical colombianaa”, dijo el Paisa, cantautor que ahora está interpretando sus propios temas en ritmos de cumbia, bachata y otros géneros. “ Pronto saldrá mi disco en Colombia, titulado Cumbia de amores”.
Leo Holguín, orgulloso de su tierra, Palmira Valle, es guitarrista y primera voz del grupo musical. Comenzó en Colombia con grupos como La Misma gente, Delta 7 y aquí en White Plains se integró a Café Dorado.
“Queremos difundir nuestra música, tratando de unir a nuestra comunidad colombiana”, dijo este músico cuya Radio Latina Amor ya tiene cinco años en el aire y participa en todo acto benéfico de los latinos del área.

Fernando Ríos, nacido en Pereira y residente por más de cuatro décadas en Estados Unidos, es cantante del grupo y ama la música. Antes de Café Dorado tenia un grupo llamado Sentimiento, que se dedicaba a tocar música típica de la region, así como baladas y boleros solo en restaurantes y eventos familiares. Luego formó parte del Súper Combo Bacán, con otros 15 jóvenes, para difundir la música tropical y también latinoamericana, con instrumentos de viento y percusión.
“He participado en varios grupos anteriormente y si bien me gusta mi cumbia, le hago de todo como salsa, boleros, baladas”, dijo Ríos.
Otto Ortíz, hace música desde que estudiaba en la primaria, Paricipaba en la banda de su escuela y este arte es su hobby. En el grupo hace percusión y algunas veces voces, y es un fanático de la música de su patria. Prueba de ello es que si de parranda se trata, la verdadera fiesta colombiana se celebra en su casa y con música en vivo. Hasta allí llegan músicos famosos y agrupaciones de prestigio de Colombia. Todo el que llega a trabajar a Nueva York y a promocionarse hace de la casa de Otto, el lugar de visita obligado.
“Soy afortunado de tener muchas amistades a nivel profesional como el Combo de las estrellas, Los inquietos del vallenato, y una cantidad de grupos famosos de Colombia. Me han dado la oportunidad de aprender con ellos. Hasta el maestro Fruko estuvo en una ocasion en mi casa. Formamos la rumba porque gracias a Dios tenemos un lugar para todos los músicos que quieran disfrutar con nosotros”, dijo el Paisa.
Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 05 de Diciembre, 2015