En México son recibidos por Peña Nieto y les ofrecen ayuda

Un centenar de mexicanos expulsados de Estados Unidos llegaron al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, donde fueron recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto. Este es el primer contingente en sufrir los efectos de la promesa del presidente estadounidense Donald Trump de expulsar a más de 3 millones de inmigrantes ilegales.
“Ustedes no están solos (…) No se sientan abandonados. Las puertas del gobierno estarán siempre abierta para ustedes”, les dijo el presidente a su regreso forzado al país.
Las autoridades mexicanas crearon un programa especialmente concebido para los mexicanos expulsados de Estados Unidos. Cada uno de ellos deberá pasar un examen médico y podrá beneficiar de la ayuda necesaria para establecerse en las regiones rurales del país.
El problema es que muchos de los expulsados dejaron detrás de ellos a sus mujeres, esposos e hijos y solo piensan en regresar a Estados Unidos para reunirse con ellos. Se estima que alrededor de 5.6 millones de inmigrantes ilegales viven en Estados Unidos. Todos corren el riesgo de ser expulsados si son detenidos por la policía o funcionarios estadounidenses y están indocumentados. Alrededor de unas 30 ciudades del país se declararon como “refugios” y tienen la intención de proteger a los inmigrantes clandestinos.
El tema de los inmigrantes ilegales es desde hace mucho tiempo un tema de discordia entre Estados Unidos y México. Pero las relaciones bilaterales se han vuelto particularmente tensas desde la elección de Donald Trump a la presidencia y su promesa de construir un muro entre los dos países para bloquear la entrada de indocumentados mexicanos, que él calificó de “criminales”.
El 26 de enero pasado, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto canceló su visita prevista para el 31 de enero en Washington, donde se debía encontrar con su homólogo estadounidense. Peña Nieto quería protestar de esta forma contra la insistencia de la administración Trump en pasarle a México una parte de la factura por la construcción del muro prometido.
Más no obstante, los dos presidentes se pusieron de acuerdo por teléfono el 27 de enero para que sus equipos se reunieran para tratar de encontrar una salida a esta crisis diplomática. La peor que hayan conocido estos dos países vecinos en las últimas décadas.
Un primer encuentro se llevó a cabo el 8 de febrero en Washington entre el canciller mexicano Luis Videgaray, el Secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson y el secretario encargado de la Seguridad Interior, John Kelly. Las discusiones giraron alrededor de temas como “la protección de los mexicanos en Estados Unidos, inmigración, seguridad e infraestructura fronteriza”, afirma la cancillería mexicana en un comunicado.
Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 11 de Febrero 2017