Fabio Morábito presenta su más reciente libro ‘Jardín de noche’ con cuentos sobre mujeres solas y jardines suburbanos en donde reinan la poesía y la prosa

Nicolás Meyer | Westchester Hispano | Colaborador
“Querría que los lectores descubrieran en mis libros las mismas cosas que yo descubrí al escribirlas y de cuya existencia no tenía la menor idea”. La afirmación pertenece al escritor mexicano Fabio Morábito, en una entrevista dada a ‘Westchester Hispano’ en el contexto de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FILBA) en su edición 2025.
Hay autores que cuando comienzan una obra ya tienen una idea plenamente formada de qué quieren decir, y de cómo lo dirán. A ellos sólo les falta, durante la escritura misma, crear algunos detalles que pudieran faltar. Con la frase que abre este artículo, Morábito se posiciona firmemente entre los escritores del “campo contrario”: aquellos que emprenden cada proyecto como una aventura abierta –a la que invitan también al lector– en la cual serán guiados por lo que les va proveyendo su imaginación así como por toda su experiencia de vida.
Ante la pregunta de si existe alguna constante en su obra que abarca tanto su poesía como sus textos en prosa, y si es así, cuál es, el visitante mexicano confirma lo anterior: “Un cierto afán de exploración y de pisar un terreno desconocido, poniendo a prueba verdades establecidas. A esto tiendo de manera instintiva cuando me pongo a escribir”.
En todo caso, la diferencia entre poesía y prosa se desdibuja en la obra de Morábito, ya que sus relatos en prosa han sido frecuentemente alabados por poseer una cualidad poética. No es casual que este escritor haya sido incluido en el volumen titulado ‘Antología del poema en prosa en México’.
Un eje de la visita de Morábito a FILBA 2025 fue desde el inicio hablar de su más reciente libro, cuyo mismo título tiene un tinte de poesía: ‘Jardín de noche’. Integrado por cuentos que giran alrededor de la misma temática –mujeres solas y jardines suburbanos– bucea en la experiencia de la mujer para armar así toda una visión general a partir de esas historias diversas.
También ha salido una nueva edición, aumentada, de una antología de poemas de Morábito, ‘Un náufrago jamás se seca’. La nueva publicación casi duplica en tamaño la edición original. Asimismo se presentó una nueva reimpresión de su libro ‘El idioma materno’, que lo lleva a un total de más de 15.000 ejemplares.
Ese tema del idioma materno es de importancia central en la carrera de este autor, ya que su biografía refleja las peripecias de tantos migrantes en el mundo. Morábito sólo llegó a México teniendo 15 años de edad, y sin embargo, toda su obra literaria ha sido en idioma español. Originariamente era italiano… e incluso ese dato debe ser matizado por el hecho que circunstancialmente su nacimiento tuvo lugar en Egipto, más precisamente en Alejandría. El haberse volcado íntegramente a escribir en español no borra que el italiano haya sido su primera lengua: en efecto, Morábito realizó una traducción de todas las poesías del premio Nobel de literatura italiano Eugenio Montale, así como la de fragmentos de la obra de un compatriota cuatrocientos años anterior, Torquato Tasso.
El volumen ‘El idioma materno’ contiene justamente una indagación del autor en las raíces de su existencia, pero no en la forma de un relato autobiográfico organizado como tal, sino de una colección de textos diversos y de distinta longitud. En ellos, lo personal da pie para echar una mirada a todo un rango de temas, con tono preferentemente ligero. A lo que siempre apunta es a aquellos rasgos de su escritura que le han sido elogiados como “los sorprendentes mecanismos de relojería de sus relatos”.
Nuevamente comparando a Morábito con otros literatos, él se distancia de aquellos, que son muchos, que gustosamente reconocen a los otros escritores o libros específicos que los han influenciado (sobre todo si citan nombres prestigiosos como Cervantes o el ‘Ulises’ de James Joyce). Por el contrario, dijo Morábito en sus palabras para ‘Westchester Hispano’, el tema de las influencias “debería evitarse”, porque “no se resuelve dando una lista de autores y títulos de libros, que supuestamente representaría el ADN de un escritor. Tal cosa no existe, o sólo existe para un periodo particular de su vida, casi siempre en su etapa formativa, cuando su capacidad imitativa es más fuerte. Después, un escritor está expuesto a un sinnúmero de influencias y estímulos que no se limitan a lecturas, sino a muchas más cosas que a menudo nada tienen que ver con la literatura”.
Por otra parte, lamentó: “Tengo entendido que en todo el mundo el índice de lectura ha bajado considerablemente, supongo que en gran parte a causa de la plaga de celulares y demás derivados del universo electrónico de pantallas, que nos tienen a todos encandilados, perdiendo el tiempo en un carrusel informático intrascendente”.
Publicado el 22 de Mayo, 2025