El concejal de Port Chester, Alex Payán, dijo hoy que el pueblo se encuentra en un grave riesgo en medio de la pandemia, debido a que cuentan con muchos lugares de alta concentración de personas comenzando con sus más de 120 restaurantes, varias iglesias, gimnasios, entre otros lugares.
“El problema de Port Chester es que es un área densamente poblada y hay más probabilidad de contagio. También está ubicada en el borde de Connecticut que tiene una alta incidencia de Covid-19. El viernes en la mañana ha sido declarada “zona roja” y eso nos preocupa más porque mucha gente viene de allá a hacer compras”, dijo el concejal de origen colombiano.
Alex Payán, explicó que otro de factor que en estos días ha hecho que se dispare el número de casos que ha llegado a la cifra de 160 es que las temperaturas mejoraron y el público comenzó a salir a hacer compras, ir a restaurantes, participar en actividades.
A la pregunta de por qué Port Chester ha sido designada como “zona naranja”, explicó que el gobernador tal vez quiere que sea el modelo de lo que no debe ocurrir, a fin de que otros pueblos de Nueva York sepan que si no controlan el coronavirus pueden recibir sanciones.
“Prácticamente nos está regañando”, dijo.
Desde que comenzó la pandemia en marzo último, se han registrado en Port Chester 1,638 casos. Actualmente hay 160 casos activos y las autoridades están trabajando para evitar el aumento de estos números. El público se está haciendo las pruebas en Open Door y las cifras de casos están en aumento.
Para el concejal Payán, la decisión de que se cierren las escuelas es correcta y la mejor. Porque los alumnos son niños y no cumplen todas las reglas de distanciamiento y sanidad
“Se tomó la decisión de abrir las escuelas y comenzó el problema. En la escuela Edison hubo 6 casos, en la escuela elemental JFK Magnet School se registró un estudiante afectado. Son las más pobladas”, dijo.
Sobre los lugares públicos, Payán explicó que además de los 120 restaurantes, hay más de 17 iglesias entre católicas, pentecostales, episcopales y una sinagoga que alquila sus salones los fines de semana, además de dos gimnasios grandes.
Lo que enfrenta Port Chester, va más allá del problema de salud de la población y el impacto económico negativo puede tener un efecto multiplicador.
Por ejemplo, los ingresos de los estacionamientos públicos han bajado porque la gente no está saliendo y ahora con esta medida caerán más. El cierre de los negocios no esenciales generará menos ingresos por impuestos a la Villa.
“Se afectan los comerciantes, los trabajadores y hay mayor impacto en los inmigrantes que trabajan fuera de libros. Estamos entre la espada y la pared”, dijo el concejal.
Explicó que han hablado con comerciantes, informándoles que van a trabajar con ellos, dentro de la ley, para ayudarlos, pero tienen que ceñirse a la orden ejecutiva del gobernador Andrew Cuomo.
“Tenemos que tomar medidas urgentes, porque estamos en riesgo de una emergencia, porque si la gente no tiene ingresos no podrán pagar sus impuestos y nosotros en el Pueblo no podremos tener los ingresos para hacer nuestros pagos. Todo está conectado”, concluyó Payán.
Sala de Redacción/Westchester Hispano
Publicado el 13 de Noviembre 2020
